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El alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, lamentó profundamente el asesinato del líder limonero de Apatzingán, Bernardo Bravo Manríquez, al considerarlo una muestra del colapso institucional frente a la violencia
“Yo creo que en muchas partes del país las autoridades están rebasadas y es momento de cambiar el rumbo, no solamente municipales, estatales, sino también el gobierno federal, y es muy importante que esta situación que está pasando sea un parteaguas para regresarle la estabilidad política y social al pueblo de México”, declaró el edil.
Manzo sostuvo que este crimen debe ser un parteaguas en la formulación de una nueva estrategia de seguridad que permita restablecer la paz y la tranquilidad en México.
Calificó el asesinato de Bravo Manríquez como “cobarde” e indignante para todo el pueblo michoacano.
Recordó que, en el breve tiempo que tuvo oportunidad de conocerlo, demostró ser un hombre honesto, un joven entusiasta y un luchador social comprometido con el progreso de Apatzingán.
“Que Dios lo tenga en su gloria y se haga justicia”, expresó con firmeza.
Escrito por Alejandra Martínez
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