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Las verdades eternas trasladadas a la política, son un primer paso al totalitarismo:
Juan María Brandés (1932-2011) Político español
Claudia Sheinbaum cruzó un lindero de insospechada dimensión. Ella supone que este fin de semana se alzó con un triunfo por knocout sobre los “malditos neoliberales” que intentaron con una marcha socavar su gobierno lleno de legitimidad y cercanía con el pueblo. En realidad, es más probable que este sábado haya comenzado su Waterloo.
Fue una semana, la anterior, que sacó todo su talante dictatorial, evidenció su visión totalitaria del mundo y dejó al desnudo su espíritu represor que la han colocado, irremediablemente, en el camino de la barbarie política.
Dedicó buena parte de esa semana a encabezar personalmente la embestida con todo el peso del Estado contra los organizadores y luego contra los participantes de las marchas sabatinas; luego orquestó el linchamiento en redes y el amagar con persecución contra aquellos; enseguida organizó, o al menos no se opuso, a la infiltración de las marchas con golpeadores profesionales para hacerlas aparecer como violentas y desestabilizadoras; luego autorizó una brutal represión policiaca contra los manifestantes, y para rematar, desde el poder se orquestó una grosera compra de medios de comunicación, especialmente periódicos capitalinos, para que minimizaran la movilización e incluso la fustigaran. El diario Reforma marcó una dignísima excepción.
La presidenta sacó el cobre o, si se quiere, solo evidenció lo presumido, actuó como corresponde a una dictadora: calumnió, mintió, agredió, vituperó, corrompió y al final reprimió.
Es, no tengo duda, el error que la marcará, que etiquetará su paso por Palacio Nacional, y que marcará su principio del fin. Y es que ella supone que lo del sábado fue el cerrojazo a la embestida “neoliberal” contra su gobierno. En realidad, fue sólo el principio. Si no, al tiempo. X @jaimelopezmtz
Escrito por VOX
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