Pide Papa León XIV a la Virgen de Guadalupe fin de las divisiones irreconciliables entre naciones

Al encabezar desde Roma la misa en honor de la Morenita del Tepeyac, le ha pedido también enseñar a gobernantes a ejercer la autoridad como servicio y no como dominio

Con cánticos en español y pronunciada en el idioma del país que hace 494 años la Virgen de Guadalupe eligió para establecer el reino de Dios y quedarse a vivir ahí, el Papa León XIV celebró desde la Basílica de San Pedro en Roma la misa solemne en honor a la Morenita del Tepeyac este viernes, donde su Santidad, a los pies de la madre de Dios y reina de México, le pidió: «madre, enseña a las naciones que quieren ser hijas tuyas a no dividir el mundo en bandos irreconciliables, a no permitir que el odio marque su historia y que la mentira escriba su memoria», pero sobre todo a mostrarles que la autoridad ha de ser ejercida como servicio y no como dominio.

Desde la Santa Sede esta media mañana el Santo Padre encabezó esta celebración de devoción hablando y rezando en español durante toda la solemne ceremonia en honor a la Virgen de Guadalupe, reina de México y emperatriz de América, a quien también pidió que influya en los gobernantes de las naciones para que entiendan que su deber es custodiar la dignidad de cada persona en todas las fases de su vida: «haz de esos pueblos hijos tuyos, lugares donde cada persona pueda sentirse bienvenida y esté en bien estar», así como también oró por los jóvenes para que obtengan de Cristo la fuerza para elegir el bien y el valor y mantenerse firmes en la fe aunque haya otros caminos que quieran desviarlos.

Ello durante la homilía después de dar lectura al evangelio que repasa el pasaje de cuando la Virgen María fue reconocida ya como bendita entre todas las mujeres y futura madre de Jesús nuestro señor, en donde proclamó que en medio de conflictos que no cesan, injusticias y dolores que buscan alivio María de Guadalupe proclama el núcleo de su mensaje «¿acaso no estoy yo aquí que soy tu madre?» , que es la voz que hace resonar la promesa de la fidelidad divina, de la presencia que sostiene cuando la vida se vuelve insoportable. Y la maternidad que ella declara «nos hace descubrirnos hijos, quien escucha ‘yo soy tu madre’, recuerda que desde la cruz ‘aquí tienes a tu madre’ corresponde el ‘aquí tienes a tu hijo’ que fue voluntad de Jesús», exaltó el Sumo Pontífice quien estuvo acompañado de todos los cardenales y de fieles en la Basílica de San Pedro este 12 de diciembre, reunidos ante la imagen venerada de Nuestra Señora de Guadalupe.

«Y como hijos nos dirigiremos a ella para preguntarle, madre ¿qué debemos hacer para ser los hijos que tu corazón desea?, y ella fiel a su misión con ternura nos dirá ‘hagan lo que Él les diga’, madre, queremos ser auténticos hijos tuyos dignos ¿cómo avanzar en la fe cuando las fuerzas decaen y crecen las sombras?», pronunció para terminar su clamor: «haznos comprender que contigo, incluso, el invierno se convierte en tiempo de rosas».

Después de la bendición conferida por Su Santidad a todo el pueblo de Dios y de María, se escuchó en la sede de Roma La Guadalupana, canción especial que relata ese pasaje divino de la historia de México y del catolicismo.