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Eduardo Verduzco fue parte de las 513 víctimas rescatadas en 2014 por Gobierno Federal del albergue de la Gran Familia que dirigió Mamá Rosa por 6 décadas, y denuncia que el abuso sexual fue normalizado al interior del lugar, trato del cual quedaron secuelas habiendo orillado a que muchos se suicidasen posteriormente.
Originario de Coatepec en Puebla, llegó a ese albergue luego de que su madre, relata, vendió a sus seis hermanos y a él lo dejó vivo para seguirlo torturando y maltratando, y luego trató de asesinarlo, denunció, tras refrendar los malos tratos de que fueron objeto todos los menores de edad que fueron mantenidos como presos y en condiciones infrahumanas y no como niños que requerían un hogar y un asilo. Recordó que estaban encerrados en una especie de prisión, encadenados, eso no era un albergue dijo hoy en rueda de prensa.
Eduardo Verduzco citó a los medios este viernes para narrar su historia, a 10 años del operativo en que fueron rescatados por la Policía Federal. Dijo que al menos hubo 20 suicidios de jóvenes que estuvieron en esa casa hogar y que al ser rescatados fueron separados porque se dispersaron en varios lugares.
Nunca obtuvieron un papel de identidad de parte de la autoridad, y algunos otros fueron víctimas del crimen organizado. El albergue de la gran familia era como un gran reclusorio en que se podía introducir alcohol e inhalantes, refirió, y aproximadamente seis personas se dedicaron al narcotráfico allí dentro y otras sí lograron huir porque sus hermanos eran “halcones”.
Verduzco denunció que fueron víctimas todos los jovencitos y niños, de los encargados de atenderlos en lugar de brindarles seguridad y buena atención, amén de las condiciones infrahumanas encerrados “barrotes sobre barrotes y candado sobre candado”, el baño sucio y en condiciones muy deplorables.
Las víctimas de Mamá Rosa nunca recibieron justicia, vivían todos en hacinamiento comiendo de una cazuela, eran desnudados y les arrojaban agua fría así como les colocaban los uniformes llenos de piojos y liendres que en muchas ocasiones les generaron enfermedades como la sarna. A quien osaba escaparse era identificado por el uniforme y los encargados les castigaban a golpes cuando las autoridades los regresaban al albergue.
Narró también que Mamá Rosa recibía millones de donativos en especie y en dinero, pero dejaba echar a perder la comida para no dárselas o dárselas podrida.
Él, Eduardo Verduzco, vivió 6 años en ese lugar donde lo abusaban y lo golpeaban continuamente así como fue castigado brutalmente y muchas veces. Por ello intentó quitarse la vida después de haber salido de ahí. Y tras haber pasado por muchas terapias psicológicas actualmente toma varios medicamentos y es activista.
En el 2014 del orfanato de Mamá Rosa fueron rescatadas 596 personas, de las cuales 492 eran menores de edad. Sólo se han encontrado a 70 de los 600 menores que en su momento fueron rescatados por las autoridades federales.
Escrito por Teresa de la Torre
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