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En una conferencia de prensa donde el silencio habló más que las palabras, el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, aseguró que el gobernador «está en su contra”, dejando al descubierto la tensa relación que mantiene con el mandatario michoacano Alfredo Ramírez Bedolla.
El pronunciamiento surgió tras ser interrogado por los medios de comunicación sobre el ambiente de violencia que azota a la entidad, decapitados, balaceras, ejecuciones y asesinatos de servidores públicos.
No obstante, el prelado evitó pronunciarse al respecto, conducta que contrastó con otras ocasiones en las que ha hecho llamados públicos a pacificar el Estado.
Ante la insistencia de los reporteros, Garfias fue tajante.
“No quiero entrar en polémica para ser más confrontación, la violencia añade violencia y yo sin decir una sola palabra contra el gobernador, está contra de mí, imagínate si hablo contra él”, expresó, con tono incómodo, evadiendo las preguntas sobre la crisis de seguridad.
La postura del arzobispo fue evasiva también respecto a la reciente declaración del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, quien propuso el uso de fuerza letal contra criminales.
Garfias se negó a dar comentario alguno sobre esta polémica propuesta.
La fricción con el gobernador no es reciente, Ramírez Bedolla ha señalado públicamente al jerarca católico por supuesta corrupción, tras haber recibido una flotilla de camionetas donadas por el exgobernador Silvano Aureoles Conejo para la Iglesia católica, hecho que el jerarca católico ha negado tajantemente.
Escrito por Alejandra Martínez
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