Inicia el Adviento, tiempo de espera y preparación para recibir a Jesús que va a nacer

Que toda rodilla se doble ante Jesús, el Salvador, es la frase que marca los 4 días domingo hasta Navidad

En la Iglesia Católica ha iniciado el Adviento, periodo que marca el inicio del nuevo año litúrgico y es el tiempo de espera y preparación para recibir a Cristo, que viene. No es solo recordar un hecho del pasado, sino renovar la fe en Aquel que sigue viniendo cada día: Jesús el Salvador y Luz del Mundo.

La invitación es que este Adviento «caminemos en oración con Jesús y María», pues «estamos llamados a ensanchar los horizontes de nuestro corazón, a dejarnos sorprender por la vida que se presenta cada día con sus novedades. Aprendamos a no depender de nuestras seguridades, porque el Señor viene en la hora en la que no nos imaginamos. Viene para introducirnos en una dimensión más hermosa y más grande», recuerda la jerarquía católica las palabras de Su Santidad el Papa, para este tiempo.

El Adviento marca los 4 día domingo últimos previos o contemplando la Navidad, y ha iniciado ayer 30 de noviembre para concluir el 24 de diciembre.

El Primer Domingo de Adviento es el inicio de un tiempo de preparación para vivir el gozo de la Navidad. Al mismo tiempo, se da inicio a un Nuevo Año Litúrgico para la Iglesia Católica. En esta ocasión, en el Evangelio de Mateo, Jesús exhorta a estar preparados: «Velen, pues, y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor». Es un periodo de estar vigilantes, atentos «porque el Señor ha de venir en el momento menos pensado».

Por eso, es indispensable que todo miembro de la Iglesia haga un propósito de conversión y ponga medidas para avanzar en su conversión personal. En esto consiste el camino hacia la Navidad: preparar nuestro corazón para recibir en él al niño Dios, a Jesús que va a nacer, para que habite en nosotros.

El tiempo de Adviento, constituye el primer tramo del Año Litúrgico en que la Iglesia Católica y los fieles se preparan durante 3 semanas y 4 días Domingo para recibir al Niño Jesús, El Salvador que se hace hombre para salvarnos, y a recibirle la noche de su nacimiento.